miércoles, 26 de abril de 2017

El ave guácharo


Guácharo
Nombre científico
Steatornis caripensis

Un ave nocturna que pasa el día en colonias situadas en el oscuro interior de cavernas. Su apariencia externa puede recordar un poco a algún búho u otra ave rapaz, ya que tiene un pico ganchudo y es bastante grande (alrededor de 48 cm de longitud y 1 m de envergadura cuando extiende las alas). Las alas son largas y puntiagudas, la cola larga, las patas más bien cortas y débiles.

 El plumaje es café rojizo, algo más claro en la garganta, el pecho y el abdomen y está moteado con pequeñas manchas blancas.

Historia natural
El guácharo es un ave nocturna muy sociable, que vive en grandes colonias de cientos o miles de ejemplares en el interior de cavernas. Durante la noche, estas aves salen de sus refugios y se dispersan volando en busca de alimento. Antes de que amanezca, regresan a la oscuridad de las cuevas; de manera tal que casi nunca ven la luz del día.








El guácharo es la única especie de ave nocturna en el mundo que es vegetariana. Su dieta consiste enteramente en frutos grasosos y ricos en proteínas de algunas especies de palmas, laureles (Lauraceae) e inciensos (Burseraceae). Para buscar estos frutos, los guácharos se dispersan grandes distancias, volando a decenas de kilómetros de su cueva. Investigaciones con telemetría han detectado vuelos normales de 150 km y vuelos récord de 240 km en una sola noche (Roca 1994, citado en Kricher 1997).

Aparentemente, los guácharos detectan los frutos con la vista y con el olfato y los agarran al vuelo. Se los tragan enteros y regurgitan luego las semillas. De esta manera, se convierten en dispersores muy importantes de las semillas de un gran número de especies de plantas del bosque húmedo. Algunas semillas son regurgitadas dentro de las cuevas, donde las plántulas germinan, pero pronto terminan por morir, debido a la falta de luz.

Uno de los primeros europeos que conoció a los guácharos fue el famoso naturalista y explorador Alexander von Humboldt, que visitó las cuevas de Caripe, en Venezuela. Allí encontró que los nativos cazaban o mejor, “cosechaban” las crías de los guácharos, que son extremadamente gordas y grasosas, para hervirlas en agua y de esta manera sacar de ellas aceite para los usos domésticos. Debido a esto, los guácharos también han sido conocidos como “pájaros aceiteros”, nombre que también tienen en inglés: “oilbirds”.

Los guácharos son aves ruidosas, que anuncian su salida de la cueva con fuertes graznidos. También reciben con estos graznidos a los intrusos que entran en la cueva. Sin embargo, a pesar de su apariencia amenazadora, son completamente inofensivos.

Los nidos de los guácharos son simples anillos o montículos de semillas regurgitadas, colocados en una repisa dentro de la cueva. Las hembras ponen entre 2 y 4 huevos y los polluelos son cuidados y alimentados por ambos padres.

Distribución
Norte de Suramérica, desde Venezuela, Trinidad y las Guayanas hasta Bolivia y Brasil, en regiones donde hay cuevas.

Sitios donde se encuentra
Como lo cito en el material La cueva de los Guácharos alberga buena cantidad de ellos

Datos para la observación
Los guácharos comparten con los murciélagos la característica de orientarse por medio de la ecolocación: las aves emiten una rápida serie de sonidos “tic-tic-tic-tic...”, los cuales rebotan con los objetos que hay alrededor; el sonido que reciben de vuelta les revela a éstas la posición de los obstáculos dentro de la cueva. Esto les permite a los guácharos volar con seguridad en la oscuridad total. A diferencia de los sonidos de ecolocación de los murciélagos, la mayor parte de los cuales son inaudibles para las personas, los sonidos de ecolocación emitidos por los guácharos son fáciles de oír. Si se visita una cueva de guácharos se puede poner atención a estos sonidos, fijándose en si las aves los emplean todo el tiempo o sólo a ratos.

Al visitar una cueva de guácharos, es muy importante recordar que a estas aves no les gusta el ruido ni la luz...¡precisamente por esta razón viven en el interior de cuevas! El hacer ruido e iluminarlas con linternas, no sólo las molesta, sino que también podría afectar su reproducción. Deberíamos recordar esto al estar en una cueva: ésta es su hogar, no el nuestro y por tanto deberíamos ser muy respetuosos. Si se quiere ver mejor un guácharo, se puede esperar a que el guía que dirige la salida a la cueva le enseñe uno a todos los visitantes en un mismo instante; de resto, se debería ir en silencio y sin iluminar directamente a las aves, para minimizar el impacto.

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